Sientes
el leve suspiro que sale de mis labios
mientras
saborean el néctar de tus pechos
y
galopan al abrigo de tu piel
hasta
sumergirse en tanta carne viva.
Anoche,
después de meditar…
volamos
juntos al espacio
y
ahí…
en
ese pedazo de vacío casi virgen
y
en contra de las leyes de la física
se
escucharon tus gemidos...