Irrumpiste en mi vida
casi sin avisar,
sacándome de un largo y pesado letargo,
de un inhóspito ciclo,
de una apesadumbrada existencia,
derrumbando esos muros que parecían infranqueables,
inertes
e impenetrables,
destrozando los prejuicios del tiempo,
de la edad
y del amor,
arrasando con mi espíritu,
mi cuerpo,
mis labios,
mi aliento,
adueñándote de todos mis sentidos,
de mis insomnios,
de mis días
y mis noches,
marcando el ritmo de mis pensamientos
y de casi toda mi vida
¿Quién eres?
¿Luz o Oscuridad?
¿Cielo o Infierno?
¿Ángel o Demonio?
¿Quién eres?
Que cabalgas segura por los místicos caminos del silencio,
bordando pasiones,
tejiendo sueños,
construyendo nuestro propio universo.
Desafiante, impetuosa,
arrogante
y adorablemente imperfecta.
¿Quién eres tú?
Que prácticamente te has convertido en mi dueña.