El mutismo forzado por la impotencia expandida
los hace caminar lentos por un sendero de ausencias.
Tropiezan con lo visible y
esquivan lo intangible.
Sus ojos llevan un velo ennegrecido por las frustraciones.
No se sienten como quieren ser
y asumen ser quien no siente que son.
ella, se calza de espinas para andar más rápido.
él, se arropa sin telas para no sentir frío.
ella, se baña con lodo para limpiar su roña,
él, se duerme con drogas para permanecer despierto...
ambos, buscan en la esperanza y
solo encuentran desatinos.
Los días pasan y lo verde se marchita,
lo cultivable se vuelve árido,
lo claro se enturbia, lo rápido se languidece.
lo gracioso ya no hace reír.
lo insignificante se agiganta,
lo normal deja de serlo,
lo cotidiano se vuelve una amenaza,
Y mientras llega lo que no ha llegado…
El reloj se detiene.
Y ante un nuevo Déjà vu
La puerta de emergencia ha sido cerrada.
hay brújulas de sobra, para retomar el camino.
Como dice un viejo proverbio
Si el plan 1 no procuró resultados,
no se venzan, no renuncien
infinitos dígitos más hay en los números enteros.
Y mientras llega lo que no ha llegado…
El reloj continúa su marcha.
Triste pasar de los días en el ocaso de los sentimientos...
ResponderEliminarPero darán paso a otros días llenos de ilusión, con seguridad. Esa es la vida.
Me ha gustado mucho.
Muchos besos.
No soy yo ni tu ni nadie, son los dedos miserables que le dan cuerda a mi reloj.... http://www.youtube.com/watch?v=lrLQHFSmssY
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=lrLQHFSmssY
ResponderEliminar"Infinitos dígitos más hay..." esta parte hace asimilable la tristeza del hecho narrado en todo el poema. Es muy bueno, Carlos.
ResponderEliminarUn beso!
No es malo admitir el paso del tiempo. Asumirlo es un gran paso para corregirlo.
ResponderEliminarSaludos
Hola Carlos!
ResponderEliminarVengo a agradecerte las huellas que has dejado en mi orilla, mañana con más tranquilidad te leo, me gusta saborear lo bueno y hay mucho bueno en tus casas
Un abrazo enorme