¿Quién habría imaginado tanta dicha? Ni cuando el sol bañó nuestra piel aquella tarde de hamburguesas, ni cuando aquella noche te resististe a creer que podría yo vivir en tanta mierda, ni en las muchas noches de convivio en que no era yo quien quién compartía. Ni cuando empezamos una tras otras todo este caudal de complicidades y susurros. Ni tú ni yo nos lo creímos, mucho menos los incrédulos de mundo, los admiradores en secreto, los amigos en común, los amores del pasado y del presente, ni los que se creían dueños del destino. Nadie lo pudo imaginar. Es más uno que otro apostó por lo más fácil, creyó en el infortunio y hasta dudo del sentimiento.
Bastaron 60 minutos de un viaje al universo. Ese día cuando todo parecía perdido, subimos a la nave, fijamos cinturones, hicimos conteo en retroceso… 3, 2, 1, 0… y partimos tranquilos, en silencio, y movidos solo por la inercia de un infinito torrente de energías. Al final del viaje sonreíste y te sentiste inmensamente engrandecida. Dos autenticas almas ocupaban nuestros cuerpos. Las mismas que un día se perdieron para hacernos entender que cuando uno deja de ser uno, la vida se convierte en un infierno.
Anoche, después que regresamos de un paseo por las nubes, reafirmamos que cuando la vida nos hace estos regalos y no encontramos alguna respuesta filosófica, es justamente porque no hace falta ninguna explicación para creernos, que esta dicha es tan real como nuestra propia existencia.
¿Qué sigue ahora? Preguntamos al unísono pero ninguno respondió. No hacía falta una respuesta. Solo una sonrisa iluminó nuestros rostros. Pude comprender lo que tus ojos me exigían.
Son las 12:40 pm. Ya calientan los motores. ¿damos otro viaje al universo?
MIRACHE, querido amigo hay belleza en tus letras, y esa bella sonrisa que te hizo comprender lo que sus ojos querian , hermoso.
ResponderEliminarbesitos para ti querido amigo.
feliz dia del amigo, que Dios te bendiga
Me encantó este texto! Muy bueno Mirache!
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