Hace meses que no me sentaba a escribirte algo. No porque haya dejado de amarte, no porque ya no me inspires como antes, no porque tu risa haya dejado de iluminar mis sensaciones, ni porque el tenerte ya a mi lado haya apagado esa fuente inagotable de adjetivos, metáforas o todas esas maravillosas imágenes que provocas en mí. Es todo lo contrario.
Hoy cada amanecer a tu lado es en sí mismo un interminable soneto que describe nuestra vida. Cada noche, mientras te regalo el místico piojito que desdobla tu cuerpo y te alza al Olimpo de los dioses, es en sí mismo la centena de poemas que te he escrito. Cada gemido que inunda nuestro cuarto, son las miles de letras que describieron nuestra historia. Cada beso, cada caricia, cada orgasmo, hoy tienen un sentido diferente, en los que no hace falta escribir para decirte lo que estoy viviendo a tu lado.
Precioso, a veces sobran las palabras escritas o habladas...¡Pero son tan bonitas cuando son de amor!
ResponderEliminarHola, ¡Hombre que nombre te has puesto! ¿Que es eso de Innombrable?
ResponderEliminarCon esta maravilla que escribes, serás más que nombrable.
He sentido un no sé que... ¡Al leer este brillante texto!
Es una poesía de amor -de pasión -tan bella, tan medida -que no me salen las palabras... para expresarme como quisiera.
Sólo te diré que es Fantástica, que derrochas sentimientos y haces que uno vea los cuadros que vas describiendo con esa fascinante pasión. Mi enhorabuena amigo. Gracias por compartir tus lindas letras
Te dejo mi gratitud y mi estima. Un besito y se muy feliz.
Gracias María y Marina por sus hermosos comentarios. Es tan fascinante escribir cuando tenemos los buenos sentimientos a flor de piel. Y créanme que justo es lo que estoy viviendo en esta etapa de mi vida.
ResponderEliminarEs tan diferente cuando lo que inspira es el dolor.
Gracias una vez más.
saludos
El innombrable.