Vuelo y me adentro en lo
infinito del universo, despacio, cauteloso y firme, dejando la estela de mis
huellas en el ocaso de los días, o en la transparencia de mis más de diecinueve
mil amaneceres, tratando tal vez que a
una de ellas, un meteorito de sabiduría les susurre como dar amor y ser amado a
la vez. Como dar amor sin dañar ni ser dañado, como entregarte sin el acoso del
tiempo, como mantener al amor sin el asomo del quebranto, como amarse sin las
deudas que no se pagan con dinero, sin el fantasma de los egos, sin la influencia
de las corrientes del olvido que nos impulsan involuntariamente a desechar momentos,
motivos y alegrías que no merece ser desechados.
Vuelo y me asomo en mis
errores, despacio, cauteloso y firme, separándolos muy lejos de las casi tres
docenas de meses en la que juntos compartimos nuestros sueños, y aquí me defiendo
de la influencia de esas corrientes del pasado y me obligo a desechar lo que
merece ser enterrado.
Me detengo en un recodo de
mi vida y me doy cuenta que me acosa el tiempo derrochado, me frena el denso
espacio en el que nunca debí desplazarme, se burlan de mí los tontos y fugases
momentos de placebo, las largas estadías infelices, las mustias relaciones con
falsas convivencias, las indignas mujeres que no me merecía o a las dignas que
no supe corresponder. Me rechiflan los falsos conceptos que tuve del amor, y
alguna que otra infidelidad nunca esperada. Todos se agrupan y hacen que saque
de mí todo aquello de lo cual me puedo avergonzar.
Camino hacia el presente y
ahí estás tú, acelerando tu nave para que no pudiera percatarme de tu presencia,
pero tallando con tu huella, tu esencia en mis entrañas.
Emprendo el camino de
regreso con la mente más clara y la conciencia fija en la idea de nunca más
profanar lo bello que nos hace sentir el amor.
Llego a casa y tú me esperas
con una hermosa sonrisa. Solo tu cabello despeinado me mostraba que acababas de
llegar de un vuelo en 356 palabras.
El amor suele ser misterioso, ojala un vuelo de 356 palabra nos pudiera ayudar a entenderlo..
ResponderEliminarMe encanta como escribes.
Besos.