Anoche en mi cama,
con los brazos entrecruzados
y la vista fija al techo,
me hice el firme propósito de encontrarte.
Cerré los ojos y balanceé mi cuerpo sobre mí,
tratando de que el deseo de tenerte cerca
Se convirtiera en tu imagen absoluta.
Frustrada esta posibilidad
Abrí los ojos
Y entre las sombras de una imagen borrosa
se alzó tu figura sonriente…
Poco a poco, todo
se fue volviendo nítido,
y vi entonces
tus ojos
tus labios
tu rostro
tu cuello
tus brazos
tus piernas
y uniéndolo todo
como piezas de un rompecabezas
te hice real…
Anoche en mi cama
dormimos abrazados.
Son las 00:42 am. Estoy perplejo.
Bellísimo y cálido poema, escrito con creatividad y talento. Felicitaciones! Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Carlos:
ResponderEliminarHay sueños que se vuelven realidad e ilusiones que no son pasajeras.
Abrazos.