Noche.

Hoy la noche pega duro
y me recuerda a cada instante
que los días son más fáciles
si tú los acompañas.

Hoy mi noche está llena de tu rostro
tratando de que pronto
aparezcas en mis sueños.

Hoy la noche está llena de tu imagen,
de esa imagen que aparece

y luego se esfuma
con un “¿sabes qué?

ya es muy tarde…”
y ese me voy acompañado

de un “no te desveles”

o mejor “me quedo un rato más”,

o un “espérame” y no vuelves

porque hay deberes que son

impostergables.

Hoy mi noche está llena de
contactos bienvenidos,
de besos deseados,
 y de pequeños momentos

 que están aquí a mi lado
y que llenan de ti

toda mi mente…

Hoy tú eres parte de mis noches

sin soledades, ni adioses, ni temblores.

Y sí, hoy la noche pega duro,

pero, ojalá y todas las soledades

fueran como esta.


Son las 5:42 pm. Se te olvidó el postre.